Cirugía plástica posparto
Senos:
Los senos durante el embarazo y la lactancia presentan un crecimiento a expensas de la hipertrofia de la glándula mamaria. Una vez finaliza la lactancia, esta glándula se atrofia o se desvanece, dejando como secuelas unos senos menos turgentes, de menor tamaño, con una piel laxa menos retráctil, ocasionalmente estriada, unos senos caídos y un complejo areola pezón ensanchado y de color más oscuro. Según el caso y las expectativas de cada paciente, se puede programar una cirugía de senos 3 meses después de finalizar la lactancia.
La cirugía puede consistir en una mamoplastia de aumento, un levantamiento con o sin prótesis o en un menor número de casos una reducción mamaria.
Abdomen:
El abdomen durante el embarazo presenta una gran expansión en todos sus componentes para permitir el crecimiento del bebé y darle protección en esta etapa tan importante. Esta expansión de la piel y de su componente musculofascial va a generar unas secuelas que no van a mejorar con ningún método diferente a la cirugía. Estos cambios generalmente se reflejan en una piel redundante, mas laxa y menos retráctil, generalmente estriada, una diastasas o una separación de la musculatura abdominal que da la impresión de un abdomen globoso y ocasionalmente le podemos adicionar una cicatriz de cesárea infra umbilical. Debido a los cambios hormonales y metabólicos durante la gestación, podemos encontrar depósitos grasos en zonas como la región abdominal, cintura, espalda y muslos que posteriormente son difíciles de reducir con ejercicio u otros métodos terapéuticos. Según el caso y las expectativas de cada paciente se puede programar una cirugía de abdomen seis meses después del parto.
La cirugía puede consistir en una miniabdominoplastia o una abdominoplastia, la cual nos permite resecar y estirar la piel, amarrar la musculatura abdominal y adicionalmente una liposucción para resaltar la cintura y el contorno abdominal.
Espalda-muslos y cintura:
Durante el embarazo, gracias a todos los cambios hormonales y metabólicos existe un aumento del peso corporal y un incremento en los depósitos grasos en ciertas áreas del cuerpo. Estos depósitos le garantizan un buen sustrato energético tanto a la mamá como al bebé en ésta fase de crecimiento y desarrollo. Desafortunadamente, muchos de estos depósitos grasos van a persistir después del parto y la lactancia, a pesar de todos los cuidados y rutinas de ejercicio. Según el caso, se puede programar una lipoescultura seis meses posterior al parto, permitiéndonos extraer la grasa en zonas como la cintura, abdomen, espalda y muslos y en los casos donde se requiera se lipoinyecta en zonas como los senos o glúteos. Genitales: Durante el embarazo y el parto, los genitales femeninos atraviesan un sinnúmero de cambios como respuesta a la descarga hormonal. Estos cambios pueden verse como hipertrofia o redundancia de los labios menores, aumento o disminución en el grosor de los labios mayores, cambio en la pigmentación de los genitales, aumento en el diámetro de la vagina y en algunos casos asimetrías por desgarros o episiotomías. Según el caso, se puede programar una cirugía de rejuvenecimiento genital seis meses después del parto que consiste en la resección de piel y mucosa redundante de los labios menores, liposucción y/o lipoinyección del pubis o los labios mayores, corrección de asimetrías o disminución del diámetro de la vagina.
Gracias a todo nuestro armamentario quirúrgico y terapéutico le podemos devolver a las mamás un poco de satisfacción y alegría como retribución a un proceso tan bonito pero desgastante como es un embarazo.
Es importante resaltar que después de las cirugías las mamás pueden tener otro embarazo sin ningún tipo de problema e incluso pueden tener un proceso de lactancia completamente normal. Se insistiría en los cuidados previamente mencionados para tratar de mantener los resultados y prevenir nuevamente las secuelas de un nuevo embarazo